Pendientes acciones para garantizar los derechos de la niñez y la adolescencia afectada por sismos de 2017: UNICEF
Al presentar su Informe sobre la situación humanitaria
de la infancia y la adolescencia a un año de los terremotos en México el Fondo
de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) insistió en la que se debe priorizar
las acciones aún pendientes para garantizar los derechos de los afectados.
La organización reiteró la importancia de colocar los
derechos de la infancia al centro de toda respuesta humanitaria y de cumplir,
al cien por ciento, con los derechos de los afectados por los terremotos ya que
ningún niño, niña o adolescente debe permanecer, por ejemplo, fuera de la
escuela o en condiciones que afecten negativamente su derecho a una educación
de calidad.
Como organización que trabaja para garantizar los derechos
de la infancia, UNICEF expresó satisfacción por los resultados alcanzados en
colaboración con contrapartes del gobierno, aliados de la sociedad civil y
socios del sector privado entre otros, pero resaltó también los retos que aún
persisten.
“México es un país expuesto a múltiples fenómenos naturales
que está trabajando para aumentar su resiliencia ante las emergencias, incrementó
su cultura de protección civil y avanzó mucho desde 1985, como fue evidente en
2017: menor número de muertos y lesionados así como menor daño a ciertos tipos
de infraestructura.
“Ahora tenemos la oportunidad de dar dos importantes pasos:
debemos asegurar la continuidad de la educación durante y después de una
emergencia por medio de escuelas más seguras y un currículo más flexible, y
debemos también desarrollar protocolos y mecanismos de respuesta enfocados en
la niñez y la adolescencia en particular, para que su afectación sea mínima y
su recuperación mucho más rápida en futuras emergencias”, puntualizó Christian
Skoog, Representante de UNICEF en México.
Durante el evento, la UNICEF informó que recaudaron y donaron 8 millones de dólares, de los cuales el 80 por ciento provino de donaciones del extranjero.
Por último, detallaron que en estudio cualitativo exploratorio que realizaron en Jojutla, Morelos y Juchitán, Oaxaca muestra el impacto de los terremotos del
2017 en la salud, nutrición, educación y protección de niños, niñas y
adolescentes.
La investigación señala que en términos generales, es
necesario fortalecer, por ejemplo, los esquemas de recopilación de donativos de
alimentos para que los niños, niñas y adolescentes no vean afectada su salud en
casos de desastres y fomentar la práctica de la lactancia materna.
En cuanto a protección social, México necesita desarrollar
programas y/o beneficios de emergencia que cubran las necesidades básicas de
grupos vulnerables, especialmente familias con niños, niñas y adolescentes
(alimentación, salud, vivienda temporal, ropa) evitando así afectaciones
irreparables a largo plazo.
En lo referente a afectaciones persistentes resultado de los
sismos del 2017, de acuerdo a información de distintas dependencias en Chiapas
y Oaxaca hay aún unas tres mil 444 escuelas parcial o completamente dañadas y,
aunque el abastecimiento de agua a hogares y otros entornos se restableció paulatinamente, la cantidad de agua que les
llega disminuyó.
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