Inseguridad, otra causa de obesidad en México
Ante la inseguridad existente y la tensión que ésta provoca la
ciudadanía en México está comiendo por miedo.
“Incluso, en ciudades como Monterrey hay más obesidad,
porque ahí se percibe una peligrosidad mayor”, señaló la doctora Sandra Gussinyé
Canabal.
Durante el diplomado ‘‘Educador en obesidad infantil: Niñ@s
en movimiento”, realizado en la Universidad Iberoamericana Ciudad de México, en
donde la acompaño la doctora Norma Irene García Reyna, ambas especialistas en
el tratamiento de sobrepeso y obesidad infantil, añadió que comemos por
ansiedad.
“Aunque a veces la gente niega ciertos problemas o los normaliza, porque si no, no podríamos sobrevivir, también es cierto que si las personas viven en tensión demasiado tiempo su cuerpo y su estado emocional no lo soportaría y lo que hacemos es negar el problema, pero comemos para calmar esa ansiedad”, puntualizó.
Científicamente está demostrado que al comer se
liberan dopaminas que producen una sensación de calma ante esas emociones
negativas, pero la calma es temporal, y luego el problema se sigue
teniendo exactamente igual, con el añadido de haber comido de más, que puede
provocar sentimientos de culpa.
El tener mucha ansiedad por la comida, para encontrar calma
cuando no se sabe gestionar una preocupación o crisis, se denomina ‘hambre
emocional’, definió la doctora Gussinyé.
Por ejemplo, hay gente que al sentirse triste por algún
suceso come y eso le tranquiliza fisiológicamente.
“Entonces muchas personas que tienen problemas de peso
utilizan la comida como gestor emocional. Cuando están tristes comen, cuando
están aburridos comen, cuando tienen alguna frustración comen, cuando tienen
algún disgusto, alguna crisis, comen”, puntualizó.
Para García Reyna por eso a los adultos, y niños también,
que gestionan lo emotivo a través de la alimentación, hay que enseñarles que
todas las personas tienen emociones buenas y malas.
“Si les ponemos nombre, podemos buscar la solución al
problema. Pero si yo no le pongo nombre a mi tristeza, o por qué estoy triste,
voy a comer. Pero si yo sé por qué estoy triste intentaré buscar la solución a esa
tristeza y no iré directamente a la comida”, dijo
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